Thursday, April 21, 2011

Condenado a desaparecer...







Estas son las fotografías que hice ayer al bosquecillo que hay al lado de mi casa condenado a desaparecer. Hoy con terrible disgusto he visto que han puesto unas vallas interminables al otro lado del barrio donde van a poner el tren y ya no puedo acceder al otro bosque. Todos los rincones que exploré con mi Spooky están desapareciendo y nos los cambian por asfalto, carreteras y tiendas tan inútiles como los "bottle shops" y "Hungry Jacks". Hubo temporadas que veía canguros casi a diario. Me asalta una nostalgia muy profunda al recordar los tiempos felices en los que paseaba con mi perra por esos rincones nuestros, pequeños paraísos ya perdidos. Sabía que tarde o temprano los perdería, pero no tan rápido, no tan rápido...

4 comments:

Mabel G. said...

Eso que estropea TODO, se llama GLOBALIZACIÓN...
Lo siento enormemente Spooky, y te comprendo... pues cuando vivía en Seven Hills (Sydney) la primera casa que compramos daba a un bosque natural. Era tan hermoso por las mañanas en brumas...el canto de los pájaros, el aroma de las flores del lugar... luego de unos años se construyó un centro comercial que ARRUINÓ TODO y se volvió monótono y rutinario.
Un beso !
(MUY LINDAS FOTOS!!!con el sol incomparable de Western Australia)

¡no podemos hacer nada, amiga!

Elanus Scriptus said...

Se me parte el corazón Mabel, tengo muchos recuerdos y muchos paseos dados por esos bosquecillos que ni si quiera son bonitos (en las fotos sale mejor de lo que son) pero es que no encuentro justo que tengamos que arrasarlo todo de mala manera. La ciudad debería empezar a verticalizarse, hacer más pisos y menos casas con jardín. Somos como una plaga que se propaga sin control.

King Glong said...

PERO A VER, TODO ESO VA A DESAPARECERPOR QUE SI, KIEN LODICE?

Elanus Scriptus said...

Lo dicen las constructoras poseedoras de esas tierras puedes ver las fotos en mi blog save our bushland http://saveourbushland.blogspot.com/
Aquí aún no estaba tan mal. He intentado hacer peticiones, escribir al premier y nada, no sirve de nada principalmente por la apatía de los propios autralianos que les importa un pito. En mi petición conseguí más firmas de españoles que de australianos. Patético