Podríamos resumir que sólo son felices los ignorantes o los egoístas pues ¿cómo se puede ser feliz cuando, aunque las cosas nos vayan bien, hay tanto dolor en el mundo? Los felices dicen que eso no se puede evitar y que es una pérdida de tiempo sufrir por algo inevitable. Pero es que también encuentro inevitable sufrir por los demás, por el planeta que se degrada, por las especies que se extinguen, por las guerras inútiles y otras cosas que me duelen y no comprendo. Si pudiera ignorarlas sería más feliz pero no es así. Soy demasiado estúpida para eso pues me importa el dolor ageno. Podré un ejemplo, yendo de colonias con los niños hice notar que en la granja donde estabamos había un grupo de conejos hacinados que apenas podían moverse en la jaula, supongo que con la cruel intención de que su carne permaneciera tierna sin musculación. Hice notar este hecho ante profesoras y monitores pues, por supuesto, ni se habían percatado, preguntándo si eso era legal. Una simplemente me dijo: Bah, estan descansando.Me quedé con las ganas de decirle que Ramón Sanpedro también descansaba, y acabó sucidándose porque estaba cansado de descansar.Lo siento pero yo ni ignoro ni soy indiferente.
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